ochenta kilos de raya
los bajíos contra un barro
seco engañara espiedo
branquias oblicuas una descarga
de luz la luz roja
matorrales ahora papas
la recortan del mapa
mientras la quemazón de algo
que corta en siete vierte
su líquido blando frío los últimos
gramos al aire sobre bandeja de plástico
para llevar?
El cardumen modifica su ritmo
aviste alerta señor altos los brazos
amarillo caminar
el pescado en filet
por harina por todos lados
de postre ciruelas
piensa jacques cousteau
que la bahía de yucatán
alberga tanta milanesa
recibe una invitación al programa del 9
no tiene traje
no importa la producción aporta
uno lo usó antes cutini
esconde aceituna en bolsillo
mientras la cámara tomaba
una planaria nocturna las placas planas
de las cuales habríamos evolucionado
explica serio
plano detalle de piernas abajo
relucen las silvana
segunda invitada avanza
por el andén como si fuera un edificio iluminado
la mentalista también
desde arriba
encorvada como un mosquito
sobre la cordillera con mejor nieve la isla flotante
hubo de postre
tenía una capa de pelo largo
la mentalista
y trapo con inscripción vertical
como los museos modernos
cuando miramos
los órganos de las flores
tan de cerca una rosa china
un monstruo radiovascular
abre la boca viene un agnolotti
sobre una mesa rebatible convertible
en tabiques gruesos para utilizarlos de armarios escaleras que compensan
sus peldaños para reducir espacio en planta
facilidad para instalar las acometidas y desagües
mantel y servilletas de organza
ponía la boca Mirta como diciendo o
final de acceso
desde luego Mirta
pura lágrimas
la mentalista
transpira mucho reflector
la faja reductora el matambre del corpiño
una sombra
a lo Olga
Orozco verde
los dedos raya contra la base
abundante
y
tiembla la mesa las copas reciben
ondas olas
pánico en el piso ataque
corte corte.
(continuará)